Oh Señor Jesucristo, verdadero dios y hombre, que fuiste enviado por vuestro Padre omnipotente al mando, para salvar a los pecadores y también para desatar a los que estaban atados en las prisiones, para congregar a los divididos, para volver a los peregrinos a sus patrias, para tener misericordia de los contritos de corazón y consolar a los tristres y afligidos.
Bien sé, Señor, que soy indigno de tanta merced, por eso acudo a la intersección de San Agustín. Por sus méritos, ya que no por los míos, acceded a mi demanda.
(Hacer la Petición)
Oh San Agustín, no desdeñéis aceptar mi encargo.
Sed mi protector y mi intercesor para con la Majestad Divina. Amén».