Cortar las berenjenas en rodajas finas a lo largo.
Ponerlas en una cacerola, añadir agua apenas para cubrirlas y un poco de sal. Cocerlas unos tres minutos a partir de que comience a hervir el agua. Escurrirlas y dejarlas templar.
Cortar los tomates en rodajas y sazonarlos con sal. Cortar la mozzarella en trocitos. Formar capas alternadas de berenjena y tomate en una fuente refractaria ligeramente engrasada con un poco de aceite, terminando con una capa de tomates.
Hornear 15 minutos a 180º C y distribuir luego los trocitos de mozzarella. Cocinar en el horno 10 minutos más, hasta que el queso se haya derretido, y servir acompañado de una ensalada de verduras crudas. Adelgazar con sabor!