Seguir la misma rutina del trabajo una y otra vez es algo que a muchos nos pasa, además el estrés que proporciona el día a día es muy agotador y esto evita que podamos disfrutar de un buen día libre para descansar, por eso para aquellos días en los cuales no sabes que hacer te daremos 10 maneras de invertir tu tiempo y relajarte para que puedas descansar y olvidarte de todos los problemas del mundo real.
Cómo disfrutar de tu día libre
Saluda a la mañana y la tarde
Ya para empezar el día deja que tu casa se refresque un poco y entre la buena vibra, abrir las ventanas a primera hora es la mejor manera de hacerlo así que aprovecha: ábrelas de par en par y respira hondo, muy hondo, regálale una dosis extra de oxígeno a tu corazón. Y dado que los días se hacen más largos (o eso puede parecer) puedes aprovechar las tardes para tus cuidados personales.
Es tiempo de fresas
La fresas aportan muchos nutrientes a tu salud, muchos de ellos son indispensables para mantenerte lleno de energía y vitalidad por eso una de las ventajas de la estación cálida es la abundancia de esta fruta de temporada que es muy dulce y sabrosa en estos meses llena tu organismo de fresas y de vitamina C.
Redescubre tus pies
Los has tenido embutidos en botas y botines, y ahora que apetece sacar del armario un calzado más ligero, te das cuenta de su aspecto lamentable. Dales una buena crema hidratante mañana y noche. Aprovecha para ejercitar esa olvidada parte de tu cuerpo a mediodía: ese rato libre que tienes después de comer y que siempre acabas desperdiciando. Ahora que la temperatura sube, dale marcha a tu corazón y pies con un buen paseo.
Vitamínate
Algunos sufren un bajón de ánimo cuando hay días de descanso ya que no saben qué hacer en esos momentos esto se conoce como depresión vacacional. Para superarlo, pregúntale a tu medico por un suplemento de vitaminas, o mejor aún, come muchas frutas y verduras al natural mientras sales a la calle y disfruta tu día libre.
Cambia el rojo por el verde
Deja que el té rojo, intenso y profundo, perfecto para los meses más fríos y destemplados, de paso al té verde, más fresco, ligero y adecuado para la primavera y el verano y rico en antioxidantes que mantienen joven tu corazón.
Adelanta las cenas
Y, aprovechando que este va a ser un día especial dedicado solo para ti, sal a pasear después: tu digestión mejorará, conciliaras el sueño más fácilmente, mejoraras tu ánimo y evitaras hacerte con unos cuantos kilos de más.
Sumérgete en la naturaleza
La temperatura y el clima ya no justifican que te pases en el centro comercial los fines de semana. Sal al campo, al aire libre, haz ejercicio y permite al organismo ¡y a tu corazón! oxigenarse y regenerarse. Sal al fresco de la noche después del día de trabajo y mira al firmamento en esta época las estrellas son más visibles, y, según los expertos, contemplarlas serena el espíritu, disminuye la presión arterial y alivia el estrés.
¡Estiiiiirate!
Cualquier ocasión es buena, tanto en tu casa o como al aire libre, para realizar unos sencillos estiramientos, Así, tus músculos se alargaran, mejoraras tu capacidad pulmonar y la sangre aportara más oxígeno a tu corazón.
Aligera tus comidas
Ya no necesitas tantas calorías como en los meses más fríos el año, de manera que procura mejorar tu alimentación; come más pescado y carnes blancas, frutas y verduras y lácteos desnatados. Si estas harto de las sopas de invierno pues intenta probando a comer una deliciosa ensalada casera. Prueba las tibias: mezcla verduras recién cocidas con queso o atún y aliña con una vinagreta ligera.
Sonríe y ríe
Todo en este día es un canto de optimismo y te invita a sonreír, más horas de sol, luz más intensa, más verde y aromas en los parques… ¿No lo notas? Mejor aún: ríete a carcajadas. Según algunos estudios, 5 minutos de risa equivalen a 40 de ejercicio moderado. ¿No merece la pena probar?