Dos historias y dos destinos


PRIMERA HISTORIA:

Una vez un niño entro en la sala de emergencias de un hospital tras haber sido atropellado.

El automovilista que lo auxilio, al solicitarle que efectuara el deposito necesario para atender al niño, informo que en ese momento no poseía efectivo o cheque que pudiera dejar en garantía, pero que si, el hospital aceptase, efectuaría el deposito a primera hora de la mañana siguiente.

La enfermera, ante la imposibilidad de ordenar que el niño fuera atendido, fue a consultar el caso con uno de los directores del hospital que,justamente esa noche,estaba de guardia. El déspota doctor no dio la orden de atenderlo,hecho que condujo a la muerte de la criatura.

Cuando un rato después, el medico fue llamado para firmar el deceso del niño,descubre que este era su hijo,quien pudo haberse salvado si el hubiese dado la orden de que fuera atendido.

SEGUNDA HISTORIA

José, un padre de familia, cierto día, cuando regresaba del trabajo, se encontró en un embotellamiento de transito infernal y noto que un señor conducía apresuradamente, cortándole el paso a todo el que podía al tratar de abrirse paso entre los vehículos.

Cuando se aproximo al carro de José, se le atravesó de una manera tan brusca que por poco ocurre una colisión.

En ese momento José, tuvo deseos de insultarlo e impedirle el paso, pero luego pensó:

¡El pobre! esta tan nervioso y apurado ¡sabrá dios si tiene un problema serio y necesita llegar cuanto antes a su destino!

Con estos pensamientos, detuvo por completo su auto y lo dejo pasar. Al llegar a casa José recibió la noticia de que su hijo de tres años había sufrido un grave accidente y había sido llevado al hospital por su esposa.

Inmediatamente se dirigió al hospital; al llegar, su esposa corrió a sus brazos y lo tranquilizo diciéndole:

– Gracias a dios todo esta bien. El medico llego justo a tiempo para salvar la vida de nuestro hijo; ya esta fuera de peligro.

Aliviado José pidió hablar con el medico para agradecerle.

Cual seria su sorpresa cuando vio que el medico era ese señor nervioso y apurado a quien le había cedido el paso casi una hora antes.

hay que estar siempre dispuesto a ayudar al prójimo, independientemente de su apariencia o condición económica.

Trata de ver a los demás mas allá de las apariencias.

Imagina que detrás de esa actitud que no entiendes, existe una historia, un motivo que puede llevar a esa persona a actuar de una manera determinada, quizá a veces no sea un motivo justificable pero SIEMPRE HAY UN MOTIVO.


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