En un bol ponemos el chocolate a trocitos y la mantequilla y lo ponemos en el microondas hasta que se derrita, primero medio minuto y luego un poco más si todavía está duro.
Mover rápidamente con un tenedor para que el propio calor residual lo acabe de derretir, y ojo! porque el chocolate blanco se quema enseguida.
Lo apartamos, y en otro bol, ponemos la leche condensada, se bate con varillas eléctricas durante dos minutos, y no os saltéis ningún paso y os quedarán perfectas.
Ir echando los huevos uno a uno, batiendo a medida que los echamos.
Echar ahora la mezcla de mantequilla y chocolate y seguir batiendo. Y ahora tamizar la harina mezclada con la levadura sobre la masa.
Dejamos las varillas a un lado y removemos suavemente con espátula de goma. No quedan grumos si movemos bastante rato, no os preocupéis. Cuando veáis la masa lisa, ya está preparada.
Yo he puesto la masa en moldes de silicona para muffins directamente y se hacen 6 de golpe
Al horno a 175º durante 20 minutos como mucho, en cuanto las pinchéis y salga el palillo limpio, ya está. No abráis el horno hasta que pasen al menos 15 minutos.
Luego hay que esperar a que estén bien fríos y se desmoldan de maravilla. Luego decorar con azúcar glass.
