Cualquier molestia en nuestro cuerpo es un síntoma de algún problema subyacente y, en el caso del dolor en la parte baja de la espalda casi siempre se debe a un mal movimiento o postura, pero es importante conocer otras posibles causas, las cuales te explicaremos a continuación.
Dolor por tensión muscular
Por regla general, es la más común y afecta a la mayoría de la población más joven comprendida entre los 30 y los 60 años. Que es cuando somos más activos, por consiguiente, teniendo mayor riesgo de sufrir alguna distensión muscular.
Puede producirse por mantener una mala postura durante varias horas, o también por haber cargado un objeto pesado.
Síntomas:
- Dificultades para andar o estar de pie.
- Dolor que va desde la ingle hasta las nalgas y afectando la parte trasera de los músculos.
- El dolor centrado en la parte baja de la espalda como una “placa caliente” que duele inclusive al tacto.
Generalmente, la tensión muscular desaparece con los días, descansando o con un buen masaje.
Ciática
Frecuentemente “la ciática” es otra de las causas. En este caso, la molestia se inicia en la parte inferior de la espalda, irradiando los glúteos hasta las piernas.
Síntomas:
Sensación de adormecimiento y quemazón desde va desde la espalda hasta la pierna. Este dolor es constante y dificulta el movimiento.
El dolor se intensifica cuando nos sentamos.
Ten en cuenta que el ciático es el nervio más grande del cuerpo y tiene muchas terminaciones que parten de la columna vertebral. Por lo que, el dolor puede ser muy difuso y a la vez que limitante.
La artrosis vertebral o espondiloartrosis
Generado por el desgaste de los discos, disminuyendo así la capacidad de amortiguación y soporte de las vértebras y es allí donde aparece la degeneración discal y con ello el dolor.
Según datos médicos, casi el 47% de los adultos sanos de entre 35 y 50 años padecen degeneración discal, es por ello esos dolores puntuales en la parte baja de la espalda.
Una infección
En ocasiones, ese ardor intenso en la zona lumbar se debe a algún problema renal o ginecológico que no debemos descuidar, evidenciado en:
- Dolor en la parte baja de la espalda por una infección de riñón.
- Algún cálculo renal.
- Quistes de ovario o la endometriosis.