Remedios caseros para tratar una uña encarnada


Uña encarnada es el término popular que se utiliza para referirse a una condición médica conocida como onicocriptosis. Consiste en una incrustación de la uña en la piel del dedo, la cual no crece de forma adecuada y cuyos síntomas pueden resultar muy dolorosos.

Se puede producir tanto en las manos como en los pies, pero en estos últimos hay un mayor riesgo, especialmente en el dedo gordo.

En casi todos los casos el dolor viene acompañado de otras molestias como el enrojecimiento y la inflamación, los cuales deben ser tratados de manera oportuna para no desarrollar alguna infección.

Remedios que ayudan a tratar las uñas encarnadas:

Ajo

Otro de los buenos antibióticos y antiinflamatorios naturales que se pueden utilizar para tratar este problema es el ajo.

Su aplicación regular es buena para desinflamar la piel del dedo y ayudar a extraer la uña de forma natural.

¿Cómo utilizarlo?

Triturar un poco de ajo y aplicarlo sobre la zona afectada, cubriéndolo con un vendaje para que actúe durante una o dos horas.

Sales de Epsom y vitamina E

Este remedio natural combina los beneficios de las sales de Epsom con la vitamina E para desinflamar el dedo y acelerar el crecimiento de la uña, para así extraerla con más facilidad.

Sus propiedades calman la irritación y mantienen la zona libre de patógenos para evitar que avance a otro grado de gravedad.

Ingredientes

  • 2 cucharadas de sales de Epsom (20 g)
  • 2 litros de agua caliente
  • 1 cápsula de vitamina E

¿Cómo hacerlo?

El primer paso será sumergir los pies en un recipiente con agua caliente (a una temperatura que sea soportable) y las sales de Epsom.
Pasados 15 minutos, se empapa un algodón con un poco de vitamina E y se incrusta en la uña encarnada para separarla de la piel.
Este proceso se debe repetir varias veces hasta que la uña crezca para cortarla de forma adecuada.

Jugo de cebolla

Esta hortaliza cuenta con agentes antiinflamatorios y antibacterianos que reducen la irritación en el dedo afectado para apoyar su recuperación.

Por su capacidad para combatir hongos y bacterias resulta apropiado para detener el crecimiento microbiano en la uña.

¿Cómo utilizarlo?

Sumergir un trozo de algodón en un poco de jugo de cebolla y fijarlo sobre la uña con un vendaje.

Remojar los pies

Cuando la lesión por una uña encarnada es leve, una buena solución para apoyar su recuperación consiste en sumergir los pies en agua tibia con sal u otro componente antiséptico y antiinflamatorio.

Al remojarlos durante 15 o 20 minutos la piel y la uña se ablandan, por lo que resulta más fácil extraerla posteriormente.

¿Y cómo se extrae?

En primer lugar, se secan muy bien los pies y, luego, con la ayuda de una pinza de cejas desinfectada, se procede a levantar con mucho cuidado.

Al lograrlo se le introduce un trozo de algodón sumergido en agua para evitar que se vuelva a enterrar.

En cualquier caso, al tratarse de un proceso tan meticuloso, lo mejor es hacerlo con ayuda de un profesional.


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