Antigua cura tibetana con ajo


El ajo es uno de los alimentos con más propiedades curativas que existe. Durante siglos se ha utilizado en la elaboración de numerosos remedios naturales muy poderosos. Hace mucho tiempo atrás, los monjes budistas crearon esta receta mágica, fácil de realizar y económica.

La cura tibetana con ajo es utilizada tanto para mejorar la salud, como para conservarla. Incluso, se la ha comenzado a utilizar como suplemento efectivo a la hora de bajar de peso, acompañando una dieta saludable. Descubre cómo prepararla y qué beneficios experimentarás en poco tiempo.

Beneficios de consumir esta cura tibetana con ajo

En primer lugar, podrás combatir un gran número de enfermedades como:

  • Sinusitis.
  • Cefaleas y migrañas crónicas.
  • Reumatismo.
  • Problemas en la visión.
  • Sobrepeso y obesidad.
  • Hemorroides y problemas del tracto digestivo.
  • Arteriosclerosis.
  • Problemas de audición e infecciones de oído.
  • Isquemia.
  • Gastritis.
  • Trombosis.

Además, notarás grandes cambios en tu cuerpo, a nivel integral. Lograrás recuperar calidad de vida y mejorar el estado general de tu cuerpo:

  • Mejora el funcionamiento de los riñones y el hígado.
  • Ayuda a regular la presión arterial.
  • Desintoxica el organismo y combate la retención de líquidos.
  • Mejora la circulación de la sangre.
  • Reduce el colesterol, los triglicéridos y el azúcar en sangre.
  • Refuerza el sistema inmunológico y aumenta las defensas del cuerpo.
  • Reduce la formación de trombos y venas varicosas.
  • Ayuda a quemar grasa y a perder peso.

¿Cómo preparar la cura tibetana con ajo?

Ingredientes:

  • 350 gr de ajo fresco.
  • 250 ml de alcohol de 70º para consumo.

Preparación:

  1. Preferentemente, utiliza ajos orgánicos o cultivados por ti mismo. En primer lugar, pela muy bien los dientes y machácalos. En un recipiente de vidrio, mézclalos con el alcohol.
  2. Mezcla e integra bien. Tapa el recipiente de cristal, de forma hermética.
  3. Conserva en el refrigerador por 10 días, aproximadamente.
  4. Pasado ese tiempo, notarás que el líquido se tornó de un color verdoso. Retira del refrigerador y filtra el preparado. Conserva el líquido nuevamente en un frasco de cristal limpio y hermético.
  5. Deja en el refrigerador por 3 días más. Finalizado este tiempo de maceración, estará listo para consumir.

Tratamiento de la cura tibetana

Debido a que la cura tibetana es un tratamiento muy poderoso, existe un protocolo para que el cuerpo se acostumbre, se adapte al sabor y a los efectos. Comienza el tratamiento siguiendo este esquema, las gotas son después de cada comida (desayuno, almuerzo y cena):

1º Día: 1 gota por la mañana, 2 gotas al mediodía y 3 por la noche.
2º Día: 4 gotas por la mañana, 5 gotas al mediodía y 9 por la noche.
3º Día: 7 gotas por la mañana, 8 gotas al mediodía y 9 por la noche.
4º Día: 10 gotas por la mañana, 11 gotas al mediodía y 10 por la noche.
5º Día: 13 gotas por la mañana, 14 gotas al mediodía y 12 por la noche.
6º Día: 15 gotas por la mañana, 14 gotas al mediodía y 13 por la noche.
7º Día: 12 gotas por la mañana, 11 gotas al mediodía y 10 por la noche.
8º Día: 9 gotas por la mañana, 8 gotas al mediodía y 7 por la noche.
9º Día: 6 gotas por la mañana, 5 gotas al mediodía y 4 por la noche.
10º Día: 3 gotas por la mañana, 2 gotas al mediodía y 1 por la noche.
A partir del día 11: debes tomar 25 gotas, tres veces al día hasta terminar todo el remedio tibetano con ajo.

Recuerda, una vez finalizado el tratamiento, no puedes volver a repetirlo hasta dentro de 5 años, aproximadamente.


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