En nuestra rutina encontramos a veces algunos inconvenientes leves que precisan de una atención adicional ya que condicionan y perjudican nuestra vida diaria.
Sobresfuerzos, malas posiciones en el trabajo o al dormir, dificultan que el día transcurra cómodamente y al no remediarlo nos crea serias dificultades en nuestra movilidad.
Este tipo de lesiones musculares, son reflejo de una vida estresante y acelerada, no le dedicamos demasiada atención en el momento de la lesión y mucho menos le ponemos un remedio inmediato. Esto sería lo más acertado para no alargar los dolores que acaban agravándose y siendo más difíciles de corregir.
Estos dolores afectan al cuello, espalda, cadera y extremidades. Muchas de estas lesiones provienen del nervio ciático, este es el nervio más grande y largo que tenemos en nuestro organismo, ya que recorre la parte baja de la espalda, llega a la parte posterior de la pierna, toda la pantorrilla y termina en los dedos de los pies. Este dolor generalmente cuando afecta suele darse solo en un lado del cuerpo.
Como hemos dicho se debe a una compresión de los nervios, cuyos síntomas son un dolor constante en la nalga de la parte afectada, que se agrava al realizar determinados movimientos como el sentarse o andar, otros síntomas son un hormigueo que continua hasta que se duerme la pierna y dificulta su movilidad casi completa, debido a un dolor agudo e intenso, que paraliza la acción de caminar y de poder mantenerse en pie.
Casos de riesgo que pueden producir ciática
Uno de los motivos en rasgos generales de estos síntomas son debidos a:
- Malas posiciones continuadas del cuerpo
- Obesidad
- Uso excesivo y continuo de tacones
- Falta de ejercicio
- Calambres por un mal calzado
- Diabetes
- Embarazo
- Falta de musculatura
Las personas que más probabilidad tienen en padecer esta afección articular son:
- Personas con problemas de espalda de cualquier tipo.
- Edades entre los 20 y los 30 años.
- Tabaquismo.
- Personas que ejercitan bastante las extremidades en su trabajo.
- Trabajo que requiere llevar un sobrepeso.
- Enfermedades articulares que derivan en esta consecuencia entre otras.
Cómo eliminar el dolor del nervio ciático con ejercicios
Todos estos síntomas dolorosos de la ciática podemos aliviarlos gracias a la realización de unos ejercicios físicos concretos que ayudarán a contrarrestarlos y disminuirlos e incluso a que puedan desaparecer. Te explicamos algunos a continuación:
Posición de mariposa
Este ejercicio contribuye a mejorar la resistencia de las articulaciones y huesos, se desbloquea el nervio ciático pinzado, reduciendo el dolor de la espalda y caderas.
Sentados en el suelo, flexionamos las piernas juntando las plantas de los pies, los sujetamos con las manos mientras nos deslizamos hacia adelante, notamos una tensión en las caderas y espalda baja, aguantamos 5 segundos y volvemos a la posición inicial y descansamos unos segundos. Repetimos 10 veces.
Posición del pájaro
Aliviamos con este ejercicio la tensión del nervio ciático, a pesar de sentir dolor, la constancia ayudará a sentir un futuro alivio.
Sobre una superficie acolchada nos colocamos de rodillas, las palmas de las manos hacia el suelo, elevamos hacia atrás la pierna y brazo contrario hacia adelante, aguantamos unos 10 segundos y repetimos el mismo ejercicio con las extremidades contrarias. Esto los repetiremos durante unos 5 minutos aproximadamente, con sus descansos respectivos en cada cambio.
Posición en la silla
Este ejercicio es muy fácil de realizar en nuestra vida diaria, en cualquier momento en que nos encontremos sentados podemos recurrir a él para aliviar el dolor de las caderas.
Sentados en una silla que no se tambalee ni se vuelque, nos colocamos en el extremo, espalda recta, elevamos una pierna y la doblamos situando el tobillo sobre la rodilla de la pierna contraria.
Aguantamos esta posición unos 5 segundos y nos inclinamos hacia adelante sin dejar de mantener la espalda recta, repetimos este ejercicio con ambas piernas 10 veces.
Todos estos ejercicios te ayudarán a eliminar el dolor del nervio ciático, tanto en el cuello, espalda o caderas. Su práctica te facilitará el prevenir posteriores lesiones, sobretodo si eres propenso a padecerlas.
Te aconsejamos que comiences a tomar nuevos hábitos posturales y de costumbres como:
- Evitar sentarte en sillas sin respaldo.
- No cargues peso sin doblar las rodillas.
- No cruces las piernas durante mucho tiempo.
- Duerme con un cojín debajo de las rodillas.
- Haz musculatura abdominal.
- Cambia de calzado a menudo.
- Si estas sentado utiliza un reposapiés.
No dudes en practicar estos hábitos ya que tu salud articular y muscular mejorará notablemente y no tendrás tantos problemas con tu nervio ciático a largo plazo.