Sobretodo cuando estrenamos zapatos nuevos son muy comunes las rozaduras que pueden aparecer en distintas partes del pie, dando lugar a las molestas y dolorosas ampollas. Hoy vamos a centrarnos en cómo tratar las ampollas de los pies generadas por el calzado que llevamos.
Las ampollas producidas por rozaduras se pueden catalogar como pequeñas lesiones en la piel, que con el tiempo forman una bolsa con líquido en su interior. El mayor problema que nos podemos encontrar, es que debido a su localización se puedan infectar fácilmente, por lo que se requiere de un especial cuidado para que esto no ocurra.
Cómo tratar las ampollas en los pies
Mucha higiene
Es de suma importancia que la ampolla o rozadura esté completamente limpia para prevenir posibles infecciones. Para ello, sumerge el pie en agua tibia y enjuaga con un poco de jabón procurando no frotar la zona afectada.
Cómo drenar el líquido de la ampolla
Aunque los especialistas indican que la ampolla no debe ser drenada, en algunas ocasiones pueden llegar a representar una gran molestia. En estos casos tendrás que extremar las medidas de higiene y actuar de la siguiente forma:
- Desinfecta una aguja con alcohol
- Pincha la ampolla con la punta de la aguja con cuidado de no tocar la piel inferior
- El líquido drenará poco a poco.
- Con una gasa esterilizada retira el líquido ejerciendo una leve presión en la ampolla para que salga lo máximo posible.
- Desinfecta la ampolla con agua oxigenada o betadine.
- Nunca quites la piel que recubre la ampolla, ella misma se irá secando.
Cubre la ampolla
Utiliza apósitos que venden en las farmacias y que no se adhieran a la piel de la ampolla. Cambia los apósitos cada día después de desinfectar bien la zona.
Acude a tu médico
Si ves que la ampolla tiene mal aspecto, se ha infectado o se trata de una ampolla muy grande, debes acudir a tu médico para que te pueda extraer el líquido con todas las garantías para prevenir una posible infección.