Descubre si vives en una casa enferma


Pasamos una media de 8 horas diarias tumbados en nuestra cama. Durante años, ocuparemos día tras día exactamente el mismo lugar para descansar. Y así, de igual modo que factores tan dispares como la alimentación, la contaminación ambiental o el ejercicio físico, inciden sobre tu estado de salud, sin duda alguna existe también una relación directa entre el lugar donde tienes situada tu cama y tu salud.

¡Atención a estos síntomas!

Tal vez te es difícil conciliar el sueño o mantenerlo durante toda la noche. Puede que te sea difícil entrar en su fase profunda, y sólo logras un sueño ligero, nada reparador.

Quizás en tu caso consigues dormir, pero te levantas cansada, con dolores musculares, sensación de hormigueo, o contracturas. Padeces vértigos, jaquecas, infecciones … y tienes la sensación de vivir sin energía. Distintos trastornos, distintas señales que pueden indicarnos el camino: Posiblemente tu cama está situada sobre una zona geo-patógena.

¿geo-pagógena? ¿y esto que es?

Una zona geo-patógena es aquella que acumula unos altos índices de radiación de origen natural, y aquí “natural” no significa “inofensivo”. Las causan las redes telúricas y en mayor medida las corrientes de aguas subterráneas, que sin duda alguna son la más agresivas para nuestra salud. Si tu cama está situada sobre la vertical de una corriente, la radiación que esta genera perturbará tu descanso, tu cuerpo no se regenerará y con el tiempo enfermaras.

¿como se genera esta radiación?

Por un fenómeno físico muy similar a como se crea elecro-estática simplemente frotando un bolígrafo contra un trozo de lana, pero a una escala mucho mayor.

La fricción constante del agua contra las arenas y los minerales de su cauce, es capaz de generar electro.estática y magneto-estática en grandes cantidades. El comportamiento de esta energía, su propagación, intensidad y alcance, así como los efectos sobre tu salud responden a unos paràmetros muy definidos.

¿porqué es peligrosa?

Vivimos rodeados de radiaciones. En la última década las tecnologías inalámbricas han inundado nuestro mundo de ingentes y preocupantes cantidades de contaminación electromagnética. Hoy pocos son los que no tienten cierta preocupación ante este fenómeno.

Las radiaciones naturales, sin embargo, siempre han estado allí, y en realidad la vida en este planeta ha evolucionado en parte gracias a ellas. La luz solar o el campo magnético terrestre emiten radiaciones constantemente y son indispensables para la vida. ¿Pero que le pasaría a tu cuerpo si permanecieras durante horas expuesto a una intensa radiación solar? Con toda seguridad sufrirías quemaduras, insolación, y si no tomaras medidas de protección y volvieras a someterte una y otra vez a la misma agresión, podría aparecer un melanoma.

Del mismo modo, si tu organismo está expuesto de manera prolongada a los efectos nocivos de una radiación por corriente de agua, vives sometida a un fuerte estrés geo-pático, que al final te enfermará.

¿cual es la zona de peligro para mi salud?

Una radiación emitida por un dispositivo WIFI, por ejemplo, se propaga desde su emisor de forma esférica, cubriendo todas la direcciones posibles. Una radiación por corriente por agua, se propaga desde su fuente hacia su vertical, llegando hasta la superficie terrestre y sigue sin variación alcanzando todos los niveles de un edificio.

Conociendo como se comporta esta radiación, es fácil entender que la zona peligrosa, la que se debe evitar a toda costa por el bien de nuestra salud, es justo en la vertical de la corriente. Y la frontera entre una zona neutra y una zona geo-patógena es muy clara; en una cama de matrimonio es posible que mientras uno descansa sin problema, el otro miembro de la pareja duerma sobre corriente y su cuerpo sufra radiaciones.

¿como puede afectarme dormir sobre una zona geo-pagógena?

Por lo general, en una primera fase los trastornos son relativos a la calidad del tu descanso, y poco a poco la radiación interferirá en los principales proceso de regeneración del organismo.

Se bloquea la absorción de nutrientes a la vez que se dificulta la eliminación de toxinas. La segregación de melatonína, hormona directamente relacionada con los principales procesos de regeneración de nuestro organismo, queda alterada. Se impide al sistema parasimpático realizar sus funciones de “acumulación” de energía, y en definitiva, se daña al organismo hasta enfermar.

¿como puedo evitarlas?

Si en el campo de las radiaciones artificiales existen materiales que si pueden apantallar campos electromagnéticos con relativa facilidad, cuando hablamos de radiaciones naturales, no disponemos de nada parecido.

El único sistema efectivo es apartarse de su vertical. Una acción tan simple como mover la cama hasta un lugar neutro nos evitará muchos problemas de salud. Tu descanso mejorará casi de manera inmediata, y pronto notaras en tu propio organismo los beneficios de tener la cama situada en el lugar correcto.

¿no pierde fuerza esta radiación con la altura?

Lamentablemente no es así. Es una radiación que deposita dosis de energía muy bajos sobre el material que atraviesa, pero es capaz de penetrar materiales muy densos y de gran espesor de manera continuada.

De aquí que difícilmente notaremos de forma evidente esta energía sobre nuestro cuerpo y sólo padeceremos sus consecuencias. Por su comportamiento, hace que sea habitual que en el mismo bloque de viviendas las personas que duermen sobre la misma vertical padezcan sus efectos, sea cual sea la altura de piso donde viven.

¿que precauciones debes tomar en tu casa?

Pasar de una casa enferma a una casa sana es relativamente simple, bastará conocer con exactitud por donde pasan las venas de agua y apartarse de su vertical. Esta información la obtendrás mediante un estudio geobiológico, que no sólo te indicará su cauce, también su caudal e intensidad de radiación, para que de esta formas puedas evitarla. La prevención es un elemento clave para preservar tu salud y tu bienestar.

Desenmascarando el problema!

Ni es el colchón, ni tu bebe que te exige mucho, ni los madrugones para ir a trabajar, ni tu terapeuta que no consigue ayudarte, ni los niños que te dejan sin energía, ni “una mala temporada”, ni la edad, ni manías, ni imaginaciones tuyas …

¿Duermes mal?, ¿no descansas?, ¿te levantas sin energía? Posiblemente duermes sobre un sitio con altos índices de radiación natural que interfieren en tu descanso y en tu bienestar. Asegúrate de vivir en una casa sana.


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