La quemadura es una lesión sobre la piel sumamente dolorosa cuando son superficiales y no involucran la perdida de nervios. Pueden ocurrir por diversos agentes como llamas, líquidos o superficies calientes, pero también con exposición a temperaturas muy bajas. Se agregan a las quemaduras térmicas, las químicas, frecuentes por contacto con ácidos y las quemaduras eléctricas.
Se considera la severidad de las quemaduras de acuerdo a la superficie del cuerpo afectada y su localización. Así, se consideraran menores cuando la quemadura abarca menos de 10% de la superficie del cuerpo. Moderadas con una afectación entre el 10 y 20 % y graves al superar el 20% de la extensión corporal. Para calcular la extensión se usa la regla de los nueve, ideada en 1947 y aún vigente en todos los centros de salud para mayores de 16 años: la cabeza y a cada extremidad superior corresponde a un 9 % de la superficie corporal total, cada extremidad inferior, un 18 %, el tronco, un 36 % (dividido en pecho, 18 %, y abdomen, 18 %, o en frente, 18 %, y dorso, 18 %) y el 1 % restante para los genitales externos.
Según la profundidad de tejido afectado se clasifica la quemadura en primer grado, cuando e superficial sin llegar a formar ampolla y generalmente no deja cicatrices. La de segundo grado afectan a las primeras capas de la epidermis y se forman ampollas. En las quemaduras de tercer grado hay tejido destruido con zonas muertas e indoloras al contacto.
Las quemaduras leves son de primer grado y cuya extensión no supera el 10% de la superficie corporal del afectado. La piel esta enrojecida, ligeramente inflamada y casi siempre produce ardor y dolor. La causa más frecuente es una excesiva exposición al sol. Entre los remedios caseros para las quemaduras leves que debemos conocer como medida de primeros auxilios, es tratar inmediatamente de enfriar el área afectada, dejando correr agua fría sobre ella por más de 20 minutos para normalizar su temperatura y que el calor no siga quemando tejido. Esto es preferible a sumergir la quemadura en agua fría porque el agua se calentará y el proceso para el enfriamiento tarda. Nunca usar hielo.
Remedios caseros para las quemaduras leves
Se colocan sobre la lesión para causar alivio y algunos tienen la capacidad de evitar infecciones y evitar cicatrices. Los más usados son: la miel aplicada con una gasa sobre la zona, bolsitas de Té negro después de ser usadas para la infusión, vinagre, aceite esencial de Lavanda que también evita las infecciones y que se formen cicatrices, hojas de Llantén (Plantago major), cristales Aloe Vera o sábila, Jugo de cebolla, rodajas de papa cruda, leche fría por 15 minutos, extender aceite de oliva en la quemadura, aplicar yogur natural, colocar el contenido de una cápsula de vitamina E y la clara de un huevo durante media hora.
También existe un remedio muy eficaz para el tratamiento de las quemaduras leves que puedes encontrar en el artículo La Aquilea y sus beneficios curativos.
Para quemaduras moderadas y graves o si el afectado es un niño pequeño, debes acudir rápidamente a la atención de un médico.