No es una sorpresa que la mayoría de los remedios para tratar las imperfecciones del rostro, manos y cutis provengan de la naturaleza, el poder antienvejecimiento de las plantas es mejor para la piel que algunos preparados químicos.
Las plantas son fuentes naturales para la exploración e investigación de nuevos ingredientes para la protección y reparación del llamado envejecimiento cutáneo, el cual pese a ser natural es un problema para muchas mujeres después de los 40 años.
Se tiene entendido a través de rigurosas investigaciones científicas hechas a diversas plantas, que las vitaminas antioxidantes y ernolientes que brotan de las hojas, nueces y frutas, pueden alisar las diferentes arrugas de tu piel, combatir la flacidez de estas, e incrementar el brillo que provoca este mismo. Aquí te mostraremos como algunas de ellas otorgan mayor juventud a tu cuerpo, justo como la naturaleza quería.
Plantas que ayudan a tener una piel perfecta
Uva Ursi
También conocida como gayuba, crece en un arbusto que se da en países como: Estados Unidos, Asia y Europa. Es un popular abrillantador de la piel. Las hojas contienen arbutina, derivado de la hidroquinona (HQ) que reduce la formación de pigmentos productores de melanina.
Desafortunadamente, la HQ irrita la piel. La uva ursi es una alternativa más suave y efectiva que la HQ, combinada con otros atenuantes basados en los pigmentos botánicos. Las mujeres con melasma que aplicaron un coctel de esta planta una vez al día lograron aclarar los manchones oscuros de la piel en 70%, sin efectos secundarios, con tres meses de tratamiento. Aquellas que emplearon HQ bajo prescripción, notaron 77% de mejorías, pero un cuarto de ellas reportaron reacciones.
Açai
Esta pequeña y colorida mora de Brasil (se pronuncia ah-sigh-ee) es rica en diversos antioxidantes y diferentes pero muy iguales entre si emolientes que pueden ser ácidos grasos esenciales los cuales benefician el sellado, la humectación y fortalecimiento de la superficie de la piel y el cutis, haciéndola así más resistente a las irritaciones ocasionadas por el exterior.
Su pulpa contiene una alta concentración de antocianinas, los pigmentos antioxidantes que otorgan a los productos su color que derivan tanto en rojo como morado. De allí que esta planta ostente una de las calificaciones más altas de ORAC, índice que calcula la propiedad de los alimentos para combatir el envejecimiento prematura.
Té Rojo
Cosechado a partir de las hojas, este arbusto africano es rico en antiinflamantes como la quercitina, que alivia la comezón y el enrojecimiento facial. Es el ingrediente por excelencia para reducir la irritación asociada con los brotes de rosácea y eccema. También es un suavizante natural de la piel y previene el daño que ocasionan los rayos UV. Tiene antioxidantes (aspalatina, encontrada solo en el té rojo) reduce el daño ocasionado por los radicales libres hasta en 90%. Por otro lado, disminuye los tumores cancerígenos hasta en 60%.
Aceite de argania
Obtenido a partir de la nuez del árbol de argán, tiene una alta concentración de ácidos grasos esenciales y de vitamina E, claves para la mantener la suavidad natural de la piel. Estos componentes ayudan a proteger a la dermis (parte esencial de la piel) y previenen la muerte de las células que componen a esta. Las hojas contienen glicerina, el extracto de la hoja reduce el daño ocasionado al colágeno y a la elastina hasta en 45%.
Durián
Conocido como la reina de las frutas en Asia, el durián pronto podría convertirse en el monarca del rejuvenecimiento de la piel. Su fuente de belleza proviene de la pulpa, la cual contiene antioxidantes protectores y azucares naturales que fortalecen las membranas celulares y previenen que la humedad escape. Complementa los exfoliantes y combate la inflamación.