A la caléndula se le atribuyen grandes propiedades de carácter antiinflamatorio, mostrándose antiséptica, antiviral, cicatrizante, colerética y antihemorrágica.
Es una planta que está muy bien dotada para cuidar nuestra piel. Si vamos al herbolario, existen muchas posibilidades de que nos aconsejen la caléndula si tenemos algún tipo de problema dermatológico.
Su nombre se debe al termino del latín calendas, el cual designa así al primer día de cada mes del calendario, por su capacidad para florecer prácticamente todo el año. En castellano se llama también maravilla por sus grandes atributos para la salud.
Beneficios de la caléndula y sus aplicaciones por vía externa
Podemos aplicarla en quemaduras que no sean especialmente graves, así como roces. Sus efectos son una reducción de la inflamación, ayudando a que se regenere la pie. Suele aplicarse en infusiones, cremas o pomadas. Con frecuencia su uso sobre granos, urticaria o el acné juvenil. En el caso de los eccemas secos o forúnculos también es bastante eficaz.
Sus usos en la piel no acaban aquí, puesto que se utiliza para combatir la dermatitis atópica incluyendo la que afecta a los bebés. La dermatitis exfoliativas que producen descamación generalizada también se suele aplicar con éxito. Lo mismo podríamos decir de su eficacia al tratar la psoriasis. Igualmente podemos verla sobre pieles irritadas o castigadas por el sol, las cuales experimentan una gran mejoría.
Se utiliza en picaduras de insectos, pues tiene una gran eficacia antiinfecciosa y antiinflamatoria. En los golpes y hematomas consigue que se rebaje la hinchazón. Suele aplicarse en forma de compresas empapadas o con un baño parcial.
Otra de sus eficaces funciones es para curar las llagas en la boca, inflamación de la lengua y de las encías. Mitiga el dolor del reuma, siendo aplicada como infusión o como alcohol en masaje. Es de gran eficacia contra los hongos, micosis o la candidiasis.
Se puede decir que la caléndula ayuda eficazmente a potenciar la epitelización y regeneración de las pieles dañadas, especialmente las sensibles o alérgicas, estimulando la síntesis de nucleoproteínas y de colágeno durante el proceso de regeneración de la piel.
Beneficios de la caléndula y sus aplicaciones por vía interna
La caléndula está indicada como remedio ginecológico para la mujer por su alto poder antiespamódico, para tratar la menstruación, amenorreas, dismenorreas y metrorragias.
La infusión de caléndula es un remedio tradicional para combatir la anemia y las convalecencias, siendo mejores sus efectos si se asocian a determinadas plantas que se encarguen de reforzar su acción como el romero y la ortiga.
Se ha utilizado también para aliviar los dolores en episodios de úlcera gástrica. Es una gran estimuladora de la producción de bilis y asociada a plantas como la fumaria y centura, se indica para el tratamiento de alteraciones hepáticas, así como para la restauración de las funciones del hígado después de una alergia o intoxicación alimentaria.
Podemos usarla como remedio tradicional para tratar la ictericia y también en infusión para ayudar a expulsar a los parásitos intestinales.