Una de las peores pesadillas de las mujeres en cuanto a estética se refiere es padecer de espinillas y puntos negros. Estas odiosas impurezas son difíciles de combatir, especialmente si no se mantienen hábitos de limpieza y exfoliación frecuentes.
Hay muchas razones por las cuales permanecen y brotan, entre ellas están los cambios hormonales, las bacterias, no retirar el maquillaje correctamente y la piel excesivamente grasosa.
Si este problema se hace crónico o frecuente se debe recurrir a un dermatólogo, ya que a veces el origen no es superficial sino interno, es decir, el organismo puede estar enviando señales de que está enfermo y lo hace a través de un brote de espinillas. Exámenes médicos descartarán si existe algún factor que las propicie, además, el profesional está capacitado para indicar cuáles son los mejores tratamientos para combatir el padecimiento según el tipo de piel y rasgos característicos en cada quien.
Sin embargo hay opciones caseras que se pueden aplicar sin ningún riesgo gracias a la naturalidad de los mismas. Preparaciones hechas en casa con ingredientes fáciles de encontrar y que todos podemos tener en casa.
Tratamientos caseros para las espinillas y puntos negros
Para estos tratamientos la perseverancia y disciplina es clave. Lo primero es mantener el rostro limpio. Para ello se debe lavar la cara por lo menos dos veces al día, en las mañanas y noches, así se eliminan el exceso de grasa y suciedad. También es importante hacerlo antes de cada mascarilla que se vaya a aplicar.
Las vaporizaciones ayudan a hacer una limpieza más profunda debido a que el calor del vapor abre los poros y la suciedad sale del fondo. Esto se debe hacer de dos a tres veces en la semana. Previo a cada procedimiento es bueno realizar una exfoliación, se puede hacer de forma natural con una mezcla de avena y miel, otra opción natural es con azúcar morena o sal y un poco de yogurt. Se deben realizar masajes circulares en las áreas de mayor problema.
Entre las mascarillas recomendadas para ayudar a eliminar las espinillas y puntos negros está la de huevo y limón, éste funciona como un astringente natural y erradica bacterias, el huevo combate la grasa y deja la piel suave. La preparación es sencilla: Se mezclan la clara de un huevo con algunas gotas de limón, se aplica sobre el rostro y se deja actuar 20 minutos, se retira con agua tibia. Esta se puede aplicar una o dos veces a la semana.
Una máscara con fresas es ideal para aportar vitaminas a la piel. Se unen cinco fresas, una clara de huevo y una cucharada de miel. Esta pasta se coloca y retira igual que la anterior.
Y si aún te has quedado con ganas de más mascarillas, te invitamos a que leas el artículo Mascarillas de belleza caseras donde encontrarás unas cuantas mascarillas caseras y naturales para el cuidado del rostro.