La hidropesía es una patología que conlleva la retención o acumulación de líquido en los tejidos, se trata de un síntoma o signo clínico que acompaña a diversas enfermedades del corazón, del sistema circulatorio, los riñones o del aparato digestivo.
La hidropesía, esta relacionada directamente con la acumulación de líquido en el peritoneo ósea en el vientre, pero también suele mostrarse en otras partes del cuerpo como brazos, tobillos y las muñecas, e incluso a nivel del cuello. Si la cantidad de líquido retenido es elevada se producen trastornos en el funcionamiento de ciertos órganos vitales.
Signos de alerta de hidropesía
La hinchazón en tobillos y la cara suelen ser los signos más comunes que nos alertan de que puede existir retención de líquidos en nuestro organismo. A esto se le llama edema y no altera el color de la piel ni provoca dolor. Si estos síntomas no se tratan, la hidropesía puede afectar a nuestros órganos vitales como el corazón, el hígado y los pulmones, al ejercer una fuerte presión sobre ellos.
Causas que pueden provocar la hidropesía
Son muchas las causas que pueden causar una hidropesía. Las enfermedades tales como insuficiencia cardiaca o hepática, problemas de riñón, tiroides e incluso la obesidad. También en ciertos momentos de la vida por causas hormonales o la menopausia en las mujeres pueden hacer que tengamos una acumulación de líquidos excesiva.
La hidropesía puede también aparecer en los pulmones, la tos seria el primer síntoma de la presencia de la patología.
Tratamiento de la hidropesía
Esta enfermedad, que puede afectar a cualquier persona, tiene tratamiento dependiendo del tipo de hidropesía que aparece. No es lo mismo el tratamiento si el problema es tan serio que afecta gravemente la salud y el bienestar del que la sufre.
En estos casos debe ser tratada de urgencia, puesto que una falta de atención puede ser peligrosa e incluso provocar la muerte. En otros casos, cuando no es de gravedad, se tratará de eliminar la sal lo máximo posible y los alimentos ricos en ella, y tratar de tener una alimentación rica en verduras y frutas, lo mismo que cereales y legumbres.
Se evitarán los dulces y chocolates al igual que el tabaco y el alcohol. El ejercicio diario es una buena forma de evitar la acumulación de líquidos.