En la sociedad moderna es normal que sea común sentirnos agobiados, agotados o agitados pues el ritmo que hay que mantener es bastante acelerado, estas situaciones pueden llevarnos a sentir que las preocupaciones nos superan y esto probablemente genere un cuadro estresante o de ansiedad, y muy probablemente nos provoque un cuadro depresivo. Ante todo esto nuestro cuerpo reacciona y arroja señales claras; descubre cómo la ansiedad actúa en todo tu cuerpo.
La ansiedad y sus efectos
Te preguntarás ¿Cómo es posible que algo emocional afecte mi cuerpo?, pero lo cierto es que el estrés afecta el organismo de manera sistémica, es decir, es capaz de causar enfermedades físicas. Entre los efectos hepáticos se puede evidenciar un exceso de producción de cortisol, la hormona del estrés; el cortisol hace que el hígado trabaje más y genere glucosa, lo cual podría ser terrible para quienes sufran de diabetes.
Además la ansiedad o la depresión también conllevan a trastornos estomacales y digestivos, pues el cuerpo es incapaz de procesar correctamente los alimentos lo cual podría acarrear trastornos nutricionales o cuadros como la gastritis.
El bazo también reacciona aumentando el flujo sanguíneo de manera considerable para contrarrestar el déficit de tu cuerpo cuando está estresado y poder llevar más oxígeno. Debido a este cambio en cuando al flujo de sangre también observaremos cambios en la piel, notando que la piel de la cara se enrojece, hay una sudoración fría y pegajosa, las células no se renuevan con normalidad lo cual provoca un envejecimiento prematuro.
Cuando tu cuerpo está en una situación de estrés todos tus músculos se tensionan, generando una rigidez general, lo que causa dolores de cuello, espalda y migrañas. Los músculos de la garganta también se tensionan, lo que hace difícil tragar además de cambiar la voz haciéndola más áspera.
Si te encuentras en una etapa de tu vida en la que te sientes con estrés y ansiedad causados por cualquier motivo, lo más recomendable es que visites a tu médico para que pueda hacer un tratamiento adecuado, para así evitar futuras complicaciones en tu salud.