El uso continuo de ropa muy ajustada puede tener sus consecuencias sobre la salud.
Los problemas más frecuentes son:
Dificulta la circulación: porque se dificulta el retorno venoso y el sistema linfático está en compresión, lo que lleva a mayor retención de líquidos y a que se hinchen las piernas. Además hay que tener en cuenta que la piel necesita oxígeno y eliminar las sustancias de desecho, algo que es más difícil si se viste continuamente con este tipo de ropa. Al haber más acumulación de toxinas, es más frecuente también la aparición de celulitis.
Favorece el reflujo gastroesofágico: un pantalón apretado puede afectar al funcionamiento del esfínter esofágico inferior, y dejar pasar el contenido ácido al esófago y a la boca, dando lugar a los tan molestos ardores.
Afecta al sistema respiratorio: con este tipo de vestimenta no se puede realizar bien la respiración abdominal y el músculo del diafragma que ayuda a los pulmones a expulsar el dióxido de carbono. Esto puede provocar que las células no se oxigenen bien, aumente el nivel de toxinas, y lleve a un envejecimiento prematuro.
Alteraciones ginecológicas y urológicas: puede provocar humedad y propiciar la aparición de hongos y candidiasis, además de hemorroides. En los hombres, puede afectar a la cantidad y calidad de espermatozoides, e incluso producir dolor testicular.
Problemas de espalda: las prendas muy ajustadas también pueden comprimir los nervios y provocar dolor, especialmente cuando se viste con camisas o corbatas, que pueden disminuir la circulación sanguínea hacia la cabeza y esto ocasionar cefaleas, dolores cervicales y del trapecio. En el caso de la ropa interior femenina, hay que tener en cuenta que los corpiños pueden producir problemas en los hombros cuando tienen que soportar mucho peso, y esto se puede extender a las cervicales, el brazo o a nivel costal.
Restricción de movimientos: al llevar ropa ajustada se realiza un sobreesfuerzo para mover las articulaciones, lo que sobrecarga al organismo y puede ocasionar molestias.